Al igual que en la práctica totalidad de templos del mundo, en las mezquitas rigen normas de vestimenta muy precisas. Los hombres deben usar camisas y pantalones poco ajustados. Es también recomendable que, en el caso de las camisas, las lleves abotonadas hasta arriba.
Las mujeres también han de llevar ropa poco ajustada, preferiblemente una vestimenta holgada como faldas, que tendrán que ser largas y cubrir los tobillos. La parte de arriba también ha de estar cuidadosamente cubierta, incluso el cuello y las muñecas. Y, por supuesto, es necesario cubrirse el pelo con un pañuelo o velo.
Y, respecto a los colores, tanto en hombres como en mujeres, lo más respetuoso es llevar ropa con tonalidades sobrias y discretas.